Fusionista, un proyecto de país

¡La Guatemala que queremos!

Hace unos días nos preguntaron en redes sociales: ¿cuándo Fusionista se convertirá en partido? Sirvan estas líneas como breve respuesta. 

Fusionista es un proyecto de país, un proyecto que supone un cambio de sistema. Una completa, congruente y radical transición del estatismo, sostenido por el socialismo y el mercantilismo crónicos, al capitalismo liberal y democrático, es decir, hacia un sistema de “gobierno fuerte, pero limitado” –en palabras de Mises–, mercados libres y propiedad privada, mediante las tres políticas públicas de derecha: 1) privatizaciones masivas, 2) desregulación a fondo y, 3) apertura total de los mercados a la libre competencia, en las 5 áreas más importantes de la sociedad: gobierno, economía, educación, atención médica y jubilaciones y pensiones. 

A este fin necesitamos un partido político completo. No una plataforma electorera ni caudillos mesiánicos, como ya los hay de sobra. Un partido político completo debe cumplir con 4 dimensiones: ideológico, programático, representativo y electoral. Y para crearlo es de crítica importancia un extraordinario apoyo, el cual debe materializarse en importantes recursos económicos, humanos, mediáticos y políticos. Ello permitiría darle reconocimiento legal y hasta entonces presentarse a elecciones y competir. 

Si el proyecto prospera lograremos la Guatemala que queremos: con orden, seguridad, justicia y obra pública de primer mundo; con libertades, empleo y mejores ingresos para todos. Pero si el proyecto se frustra seguiremos con la Guatemala que tenemos: pobre, violenta, ignorante, sin infraestructura y corrupta. 

¡Si el proyecto se frustra el fracaso no será de los pocos o muchos que le impulsamos; el fracaso será de Guatemala, pues Fusionista es más que un proyecto de partido: es un proyecto de país!