Empresarios y gremiales

¡Construyamos un futuro, pero en serio!

Recientemente se llevó a cabo el XIX Congreso Industrial. Como siempre, en el mejor hotel de la Ciudad y con un montaje envidiable, esta edición estuvo repleta de buenas intenciones. Muchos asistentes al evento, me consta, son muy buenas personas, visionarios, trabajadores, hombres y mujeres que inspiran.

Sin embargo, a juzgar por las conferencias, premios y algunos invitados veo que fue otro de esos eventos que no “construye futuro”, sino lo entorpece, me explico: Guatemala debe alejarse de la agenda del estatismo global o globalismo; asuntos como la neutralidad climática y la huella de carbono, el gobierno electrónico, el emprendedurismo de corta alcance, las colaboraciones público-privadas y la insistencia en crear alianzas con gobernantes de izquierda, definitivamente no abonan al crecimiento económico sostenido.

Si en verdad se busca ser un “espacio de inspiración y un impulso para la acción”, eficaz, ambiciosa y valiente, se debería sumar esfuerzos por las reformas profundas que urge el país, entre ellas: 1) cierre de ministerios y dependencias estatales innecesarias, 2) reducción de impuestos, 3) privatización, desregulación y apertura de todos los mercados a la competencia, incluyendo el de los bosques, las aguas y el subsuelo; 4) eliminación de privilegios (subsidios, aranceles, exenciones de impuestos, encaje legal, etc) y, 5) privatización de la educación, la atención médica y las jubilaciones y pensiones.

“El trabajo debe ser enfocado, articulado y unido”, ciertamente, pero no con gobernantes y expertos estatistas. Debe ser entre los buenos, con un partido político de buena derecha y con políticos que entiendan sus aspiraciones y las de todos los guatemaltecos que anhelan un presente y un futuro verdaderamente prósperos. ¿Trabajamos juntos por ello?