El triple deterioro

El caso de la cripto-estafa y la estafa educativa

Hace unos días el presidente argentino Javier Milei montó una estafa entorno a una criptomoneda llamada LIBRA ($LIBRA). Las criptomonedas son, supuestamente, dinero digital o virtual, por tanto intocable. Un dinero que no cumple totalmente con las tres condiciones básicas del dinero real: 1) unidad de cuenta, 2) medio de pago, 3) reserva de valor.

El asunto es que el presidente Milei coadyuvó, al parecer conscientemente, con una estafa de más de 85 millones de dólares a más de 40 mil personas alrededor del mundo. ¡Un escándalo monumental!

Mientras aquello resonaba en el planeta entero el presidente Arévalo inauguraba el ciclo escolar. Las imágenes de la refacción (dos tortillas, picado de carne y un banano) circularon como agua en invierno. Muchos agradecidos, la mayoría indignados ante aquella escena burlona.

Ambas son estafas montadas sobre estafas previas. La cripto-estafa está montada sobre la estafa “libertaria” que ha vendido como buena, liberal y novedosa la gestión de Milei, pero para desmontar esta propaganda recomiendo leer a Alberto Mansueti (politólogo) y Roberto Cachanosky (economista). La estafa educativa del Arevalismo 2.0, recargada, para nada novedosa, se monta sobre la estafa socialista: el gobierno puede educar y debe dar de comer a los chicos.

Estas estafas son posibles gracias a un triple deterioro: moral, intelectual y emocional. ¿Cómo es posible que haya gente que apoye, a pesar de tanta inmoralidad, a Javier Milei y a Bernardo Arévalo? ¿Por qué la gente no es capaz de entender que estos gobernantes son lo que son, estafadores y populistas, gracias a las leyes malas que les permiten usurpar las funciones privadas de las personas? ¿A qué responde tanta irritabilidad y violencia en las redes sociales, a favor y en contra, de estos gobernantes?

Créditos portada: Gilber García.