El humanismo

La religión de Satanás

En una imaginaria entrevista a Satanás, el entrevistador preguntaría seguramente si la religión satánica, el satanismo o la brujería son su religión. “Don Sata” reiría al escuchar la pregunta y diría: “No, esas payasadas en realidad me dan risa. Yo no quiero que me adoren a mí; yo quiero más bien reemplazar a Dios con el Estado y el hombre. ¡El humanismo es lo mío!”

“Y no es de extrañar, pues aún Satanás se disfraza como ángel de luz” enseña San Pablo en 2 Corintios 11, 14.

El humanismo es un “sistema de creencias centrado en el principio de que las necesidades de la sensibilidad y de la inteligencia humana pueden satisfacerse sin tener que aceptar la existencia de Dios y la predicación de las religiones”. De ahí que pueda acotarse como “laicismo” o postura “secular”. Surge en el siglo XV con la Edad Moderna y luego con el renacimiento y la ilustración.

A las Américas arribó en el siglo XIX con la llegada del liberalismo ilustrado de cuño francés y la masonería. Luego la mayoría de gobernantes lo asumiría gradual y progresivamente como sustrato filosófico de sus políticas públicas.

Descristianizada la sociedad y abandonado todo atisbo de orden natural, especialmente en la política, la economía y la cultura, la deriva fue hacia el socialismo y el mercantilismo, sistemas políticos y económicos sobre los que se sostiene el estatismo. Hoy el humanismo es la filosofía que subyace a las políticas públicas en materia de educación, salud y trabajo; economía, agricultura, medio ambiente, arte, deporte y cultura.

En estos tiempos cuaresmales invito a ser conscientes de lo perverso de esta cosmovisión sobre el hombre y el mundo. Vence la pereza intelectual y emprende el aprendizaje de la política, la economía y la cultura como Dios manda. Da el primer paso: escríbeme.