A una firma del cambio.
Actualizado: 12 jun 2023
El partido en formación Familia ha comenzado la campaña #YomeUno, en donde le pedimos a aquellos que comulgan con nuestra ideas, con el liberalismo clásico, o que son de la mayoría silenciosa con ansias de seguridad, justicia y buenas obras de infraestructura, para que nos ayuden a conformar el Comité Pro Formación de Partido Político en el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Luego de dos años, numerosas presentaciones, reuniones, almuerzos, desayunos, cenas, lives en Facebook, presentaciones particulares desde la plataforma en Zoom, y una cantidad incontable de horas hablando frente a frente, hemos logrado solamente 293 firmas, de las 700 que necesitamos para presentar el acta notarial.
Y he de decirles, que siendo el que menos ha hablado y hecho el trabajo de propaganda, lo que me ha tocado en estos últimos 5 meses ha sido cuesta arriba. La mayoría de personas, principalmente en el área de la Ciudad Capital y el Departamento de Guatemala, se encuentra adormecida con la antipolítica, la histeria anticorrupción, y la aversión a los partidos políticos. Al momento de mencionarles que somos un partido de derecha liberal y a favor del capitalismo comienzan a cuestionar las 5 Reformas sin conocerlas, por supuesto que las más atacadas son las reformas sociales, y ni siquiera reparan en la idea de que con las reformas políticas y económicas, tendrán que pagar menos impuestos, mantener a un gobierno menos obeso e intrometido, y que su condición de vida mejorará sustancialmente al punto de que sus ingresos podrán triplicarse y no solo cubrir sus necesidades básicas, tendrán tiempo de sobra para el esparcimiento y una mejora de vida comparable a los países de primer mundo, ese primer mundo que tratan de presumir en las redes sociales, visitando restaurantes y lugares turísticos muy de vez en cuando.
Parece que la mayoría de gente sufre de un síndrome de estocolmo político, ya se acostumbró a defender las migajas que el sistema político actual, el mercantilista, le lanza como privilegios de mendigo en la educación, la salud y las jubilaciones y pensiones. Prefieren contar con un sueldo de hambre, salud defectuosa y educación mediocre antes de solo pensar en el hecho de sacar al gobierno de estas esferas privadas y que la libre competencia de un mercado libre de privilegios ofrezca soluciones prácticas y de calidad a las necesidades de los guatemaltecos.
Es así que vemos al trabajador de puestos medios que prefiere entregarle entre 3 y 4 meses al año al gobierno en el pago de impuestos, con un sueldo que sólo le permite pagar sus necesidades básicas y una que otra escapada de vacaciones, o una ida al cine con entradas baratas cada fin de semana, pero no quieres saber nada de firmar el acta notarial y aspirar a un trabajo mejor pagado y que le permitirá darse una vuelta por Europa o Norteamérica cada 3 meses.
A la ama de casa, esposa del trabajador anterior, que si bien es cierto tiene algún tiempo de sobra, depende en gran medida del trabajo de su esposo para comprar ropa más o menos nueva en la paca de Carretera al Salvador, la cual rediseña y mejora con su máquina eléctrica para aparentar que la compró nueva en un outlet de la misma área, sin saber que con su firma se allana el camino para que sus compras no solo las haga en Zara y Simán, sino que tendrá más tiempo para pasar con sus hijos y nietos, sin que se preocupe por que en la cola de un embotellamiento le roben el celular, la cartera y se le suba el azúcar del susto.
Al estudiante de una universidad privada o pública, que trabaja en un call center y se llena todos los días la cabeza con la basura que los influencer e influencercitos lanzan por las redes sociales, convenciéndolo de que todo es cuestión de “Karma”, de escuchar a Juanito Comunica, a Badin Cavalera, creyendo que con solo disciplina y una pizca de “conspiración del universo” le permitirá seguir ganando lo suficiente para pagar sus datos mensuales, Netflix y una que otra suscripción de Google Play para seguir adormecido y no pensar en el hecho de que en cualquier momento, la conspiración será del gobierno para cerrar su puesto de trabajo y que pase a la informalidad rampante en la economía. Pero de dar la firma para un proyecto político que le permitiría disfrutar de la comodidad de los jóvenes japoneses, ni hablar: no se mete en política porque nada va a cambiar.
Es muy difícil de obtener el apoyo puntual de la firma de estos personajes, que se replican en toda el área metropolitana y cascos urbanos de nuestra ciudad, realmente no están tan “jodidos” como lo están en el interior, en donde hemos obtenido excelentes respuestas a nuestra propuesta y las personas si necesitan que la situación actual de Guatemala cambie lo más pronto posible, porque no solo teníamos ya una constante crisis económica que crecía año con año, sino que las medidas estatistas para contrarrestar los efectos de una pandemia que es casi inofensiva para la mayoría de gente, nos ha dado en el traste con cualquier intento de recuperación y salida en el corto plazo.
Hoy posiblemente esta columna no le caiga en gracia a muchos de ustedes que la están leyendo, quizá se siente identificado con alguno de esos 3 personajes de no ficción que he mencionado, pero he decirle que yo ya me he desmarcado de esa apatía y falta de entusiasmo hacia la política, yo ya me uní a la campaña, ya firme y me niego a seguir viviendo en un país donde los del piso de arriba ven como se ahogan la mayoría de los connacionales, y estoy harto hasta los intestinos de seguir viviendo al día y manteniendo a mi familia con el mínimo porque no se puede sacar de otro lado.
No seguiré protegiendo ni sintiendo apatía por mi opresor, el gobierno, y quiero que cambie para mi bien y el de mis hijos en el futuro que se avecina.
Si usted sufre lo mismo que yo, se siente igual que yo, pero quiere un cambio radical para su vida y su familia, firme, únase hoy a Familia y preparemos el camino para que Guatemala deje de ser esta pocilga que disfrazan de Eterna Primavera. Abra aquí el enlace para hacer el cambio.
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